Bienvenidos a la marca argéntea!
Las leyendas que hablan del norte, como una tierra salvaje e
incivilizadas, cuentan que grandes dragones
sobrevuelan los afilados y nevados
picos de las diversas cordilleras que la rodean, que mareas de
despiadados
orcos descienden de las cuevas más altas para arrasar las villas humanas, que
lo humanos que allí habitan no son más que barbaros. Todas esas leyendas no
dejan de ser épicas canciones que los bardos entonan cuando han terminado su
repertorio.
Las leyendas hablan de cosas fantásticas que atraen a cientos
de aventureros, en busca de oro fácil y una cama caliente, hablan de criaturas
desconocidas y parajes inexplorados, de valles, de montañas, ciudades
fortificadas, de helados lagos, de frondosos bosques y sobre todo de las
ciudades de la marca argéntea.
La marca argéntea es conocida por el pacto que mantiene sus
famosas ciudades, un pacto que la mantiene protegida de los continuos ataques
de orcos y otras criaturas de las montañas y mantiene su floreciente comercio.
Su pilar principal es la ciudad de Argluna, la gema del norte,
una ciudad fundada por la dama Alustriel, enviada de Mirtra, y su consejo de
magos. Esta gran ciudad se ha levantado poco a poco gracias a la afluencia del
comercio con Aguas profundas y la impetud de humanos, enano y elfos de mantener
una ciudad mercantil en el norte .La ciudad cuentan que es un bastión mágico, y
que es el mayor patrimonio cultural de Faerun, los que la han podido ver, no
han vuelto pues se han quedado en ella, rodeada por el bosque argénteo y al
norte del gran bosque alto, el más grande de todo Faerun. Mantiene su vínculos
con las ciudades vecinas de Eternlud y Sundabar,y las ciudades fortificadas
enanas de Feldbar y Adbar.
La unión de estas fuertes ciudades y una decena de villas
mantiene el norte y todo Faerun al resguardo de las grandes bandadas de orcos y
demás criaturas. Esta unión queda forjada con una guardia común, los caballeros
de plata, que junto con los hechiceros de la marca protegen todo el norte
civilizado.
Cuentan que vivir en el norte es más complicado de lo que
parece, pues los únicos enemigos no son solo los que descienden de las
montañanas, los exploradores hablan siempre de su arduo clima, dicen que este
es el peor enemigo del norte, las villas y ciudades están rodeadas por decenas
de campos de cultivo que han de mantener a las familias todo el largo invierno.
Las personas que han decidió vivir aquí conocen de sobre los peligros del
norte, y por eso se jactan de ser más duros que muchos habitantes de Faerun, eso
no los convierte en arrogantes, sino les ha enseñado una peculiar manera de
apreciar la vida, así pues dicen que son gente amable y servicial, y que en
estas tierras los aventureros son siempre bien recibidos.
Los bardos hablan siempre de los aventureros que fueron al
norte y volvieron con grandes botines y grandes historias, sin duda el norte es
la parte de Faerun de donde más relatos se cuentan .Los aventureros que marchan
hacia allí en partidas son muy numerosos ,pero también lo son los misterios y
peligros que el norte esconde .La gran extensión norteña se allá entre varias
cordilleras, el espinazo del mundo al norte y la de Nezher al este, frondosos
bosques se encuentran en los valles de estas montañas, el bosque de la luna, el
bosque frio y el bosque alto. Estas grandes extensiones salvajes son la fuente
de innumerables historias de peligros ocultos, de dungeons, de torres olvidadas
y de civilizaciones perdidas. Como en todo Faerun, las historias de reinos
olvidados son muchas, pero especialmente en el norte, donde las grandes
ciudades elficas desaparecieron con las invasiones humanas y la magia en ellas
acabo por desaparecer, las viejas ciudades enanas se alzan en pie tras tener
que huir de la infraoscuridad y las tribus barbarás fueron extinguiéndose con
la llegada de los nuevos colonos, los hombres.
Todos estos alicientes son
los que atraen a los aventureros a explorar el norte, pero estos aventureros no
podrían lanzarse a la aventura si no existiera una estructura civilizada donde
pudieran descansar reparar sus armas y calentar su gaznate .Las canciones
hablan maravillas de las ciudades y villas del norte, si el hombre no hubiera
plantado fuertes raíces aquí, no existiría la marca argéntea, sería casi
imposible la obtención de materias primas para gran parte de Faerun, las
facciones salvajes habrían conquistado varias ciudades cosmopolitas de Faerun
que sobreviven gracias a la protección y comercio que ofrece el norte .Los
sistemas de gobierno aquí son ejemplares, la alianza de la marca argéntea mantiene
un ejército y un mercado común, además de mantener protegidas a las pequeñas
villas, las principales ciudades son gobernadas por consejos de sabios que son elegidos
por el pueblo y que mantiene un estatus de libertad y coexistencia en un marco
puramente democrático. Pero en el norte no solo encontramos las culturalmente
ricas ciudades, pues estas están rodeadas de decenas de villas, donde la vida
es muy diferente a la ciudad, aquí las numerosas familias cultivan el campo y
el ganado para sobrevivir a los crudos
inviernos, la vida aquí es más sencilla, más cercana y mas arraigada a la
naturaleza. Los dos modos de vida, tienen en común una generosa hospitalidad
con los aventureros.
Las leyendas cuentan grandes relatos sobre dragones y demás
criaturas, pero pocas hablan del clima, el peor enemigo del forastero. El clima
en el norte de Faerun cuentan que no permite la vida del hombre en estos
parajes, las grandes nevadas producen avalanchas kilométricas, las fuertes
lluvias y las largas épocas de frio dejan completamente helados los campos de
cultivo y los animales de pastoreo, sin embargo los faerunianos no solo
sobreviven a este clima y sus circunstancias sino también usas las rutas
comerciales y descienden por el rio Rauvin, pero el clima puede ser el peor
enemigo para alguien que no está hecho a estas tierras, las largas distancias
entre ciudades sumadas al clima y la caza de algunas criaturas depredadoras, convierten
a los aventureros en pueblerinos. Cientos de relatos hablan de avalanchas que
han sepultados villas enteras, grupos de exploradores que han sido el festín de
tribus orcas, y decenas de aventureros que simplemente quedaron congelados
cuando trataban de resguardarse de la noche.
La historia que encierra el norte es milenaria, durante miles
de años los elfos y los enanos tuvieron sus ciudades en los grandes bosques y
montañas, rodeados siempre de la fauna salva je y las criaturas milenarias, así
fue siempre. Durante siglos reino la paz y elfos y enanos se mantenían en sus quehaceres,
el desmoronamiento de estas civilizaciones por diversos motivos era inminente, con
los años fueron desapareciendo estas civilizaciones y dando paso a la llegada
del hombre, y este dio paso a la llegada de las desgracias, la conquista de
estos de algunos territorios, creo recelos en sus enemigos orcos, que eran barbaros
incivilizados no causaban ningún miedo, esto seria así hasta un día. Y ese día
llego, en forma de alianza, hace unas décadas las tribus orcas, por codicia, o
falta de alimento se unieron bajo un solo mandato y asaltaron la marca
argéntea, desde entonces se vive con el miedo de nuevos ataques, ahora las
ciudades son bastiones fortificados. Pero el rey que lo unió, cayó en combate, lo
humanos elfos y enanos ganaron la batalla, comandados por la dama Alustriel. Pero
no tardo en surgir otro sucesor, Oboldo mil-flechas subió al trono orco, desde
hace unos 15 años nada de importancia ha ocurrido en la marca argéntea, pero se
sabe que esto puede ser cuestión de tiempo…
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